jueves, 22 de noviembre de 2012

Sociedad y Nutrición - Los adolescentes argentinos son muy desordenados para comer .



22/11/12 - 10:13 - Diario Clarín - Nutrición .

Yogur, jugos de fruta, agua mineral, bebidas saborizadas y poco café. Es la dieta que eligen los jóvenes argentinos y que los ubica por encima del promedio mundial en cuanto a la elección de alimentos saludables. Sin embargo, el déficit lo padecen en cuanto a la forma desordenada en que los consumen: no suelen respetar los horarios establecidos para las cuatro comidas diarias y son pocos los que se sientan a comer. Los resultados se destacan entre las respuestas obtenidas por una encuesta internacional realizada en adolescentes de 15 a 19 años en 25 países.
Para el capítulo argentino, fueron consultados 1.500 jóvenes de diferente nivel socioeconómico. Un 44% respondió su preferencia por los alimentos orgánicos y un 63% eligió los que son ricos en proteínas. Ambos valores de consumo de productos seguros se ubican de 8 a 10 puntos por encima de la media de respuestas obtenida en América Latina y en el mundo. También en la elección por los alimentos con un alto contenido de fibras, los adolescentes argentinos se destacan a nivel regional e internacional, ya que un 55% respondió que los consumen en forma habitual. En cuanto a los líquidos, entre las conductas nutricionales saludables que tienen incorporadas se destacan el consumo de agua (principal líquido que consumen) y la ingesta de lácteos (70%). Además de evitar los excesos de sal (sólo un 11% consume alimentos altos en sodio) y carbohidratos, eligen marcas a las que consideran "familiares y reputadas". Salvo las mujeres, que en promedio son más consumidoras de té y café entre los jóvenes, en general hay una tendencia a evitar la cafeína, cuyo consumo está muy por debajo del promedio para la región.
El vaso medio vacío de los resultados de la encuesta lo representan los horarios en los que se alimentan los jóvenes argentinos. Aunque la mitad dijo que, al menos, respeta tres comidas diarias y algunos snacks intermedios, un 10% respondió que sólo come "cuando tiene hambre" y no se sienta a comer. Ambos valores superan a los registrados para el resto de los países incluidos en la encuesta y son más notables en los varones de 17 a 19 años y de sectores socio económicos de menores ingresos, los más proclives a "picar algo" cuando el estómago lo pide. Las que sí se sientan a comer en los horarios establecidos son las adolescentes de 15 a 17 años de nivel socio económico más alto.
Olga Ramos, directora de la Carrera de Medico Especialista en Nutrición Pediátrica del Hospital Pedro de Elizalde, comentó que es importante que los chicos –y sus padres-- incorporen la conducta de llevarse una vianda saludable cuando van a estudiar. "Si no caen en opciones no recomendables como un sandwich o la comida chatarra", señaló.
"Del relevamiento surge también que los jóvenes de nuestro país disfrutan de la cocina y más aún de hacerlo en contacto con amigos y familiares", destacó Valleria Bellani, directora de GfK Argentina, la consultora que realizó la encuesta. Añadió que los jóvenes argentinos no suelen ser muy innovadores en cuanto a los productos que usan en la alimentación diaria. Las adolescentes de los estratos más bajos son las que están a la cabeza a la hora de preparar cenas y comidas para sus allegados, aunque optan en general por los productos tradicionales.

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