martes, 21 de agosto de 2012

FOR EVER TANGO - CARLOS GAVITO & MARCELA DURAN





¿Quién es Carlos Gavito?


Maestro, bailarín de tango y coreógrafo (1942 – 2005)
Nacido en Avellaneda, el barrio de Buenos Aires, Carlos Gavito comenzó su carrera profesional en el año 1965 en el show programa popular “Así canta Buenos Aires”.

Era hijo de un argentino y una española, un hombre de porte elegante, alto, delgado, con esa barba que lo hacía tan interesante y que remarcaba un rostro de rasgos finos y delicados.

Conocido como el 'último milonguero', era respetado por todo el mundo, con el estilo especial de danza y pedagógico. Frecuentemente fue criticado que pone atención demasiada a la posición y paso de tango, que según su opinión son el ánimo del Tango.

Carlos Gavito representó, para las nuevas generaciones de bailarines, uno de los ejemplos de como se puede subir a un escenario el tango sin abandonar jamás el milonguero que todos llevamos dentro.

Tuvo una destacada actuación junto a bailarines legendarios como Juan Carlos Copes o Eduardo Arquimbau en la década del '60. De eso quizás pocos se acuerdan porque el tango era marginal y los bailarines mucho mas en su propio lugar de origen.

Gavito anduvo por el mundo probando suerte y en ese periodo recorrió muchos países en la mayoría de los cuales, no le fue bien. Era una época difícil para el tango y más para vivir de él, pero su obstinación lo hacía seguir. Su meta no se desdibujaba; se había empecinado en ser bailarín de tango y vivir de las clases y exhibiciones, cosa que a esa fecha todavía no había podido conseguir.

Persiguió con ahínco lo que eran sus sueños y en los años 90, después de haber pasado mucho tiempo en el exterior, volvió a Buenos Aires. Su regreso coincidió con el comienzo de la inimaginable resurrección del tango. En este tiempo, sus parejas de baile fueron primero Marcela Durán con quien trabajó en las coreografías de Forever Tango y más adelante, María Plazaola. Con ello Gavito recibiría el reconocimiento de figura de la danza de tango mundial a través de sus magníficas actuaciones en el show creado por Luis Bravo.

Gavito era la mezcla genial de milonguero con el alma entera puesta en la danza y autodidacta empedernido, combinaba exquisitamente la sensualidad innata que envolvía sus movimientos lentos salpicados de pausas con la reciedumbre del milonguero machista. Pero no bailaba como un milonguero de esos que estamos acostumbrados a ver; tampoco como un bailarín de academia. Lo hacía con ese estilo claramente suyo impregnado de sensibilidad, placer y misterio que muchos pretendieron imitar.

Cuando visitaba las milongas, llegaba tarde y hasta que no veía que la pista comenzaba a vaciarse, no salía a bailar.

En el baile era flexible como un mimbre y en sus movimientos perfeccionista y preciso pero a la vez, suave y brillante. Apoyaba sus pies en el suelo con tanta delicadeza como abrazaba. Su abrazo cerrado, firme y contenedor, hacía sentir a la mujer cuidada y segura.

Bailaba los silencios con movimientos imperceptibles e inducía vehementemente a su pareja a compartir ese momento sublime e irrepetible. Cuando esto sucedía, el entorno vibraba dentro de un contexto de fascinación total.

Su pasión indiscutida junto con la maravillosa improvisación de sus movimientos, fueron sin duda el condimento mágico para la valoración de su danza. Incitaba a su pareja a seguirlo en el baile, jamás la obligaba; se manejaba con la intención que imprimía a sus movimientos y las señales inconfundibles de su torso.

Su pensamiento acerca de la mujer en el tango, era que había que hacerla sentir una reina para que el hombre, pudiera llegar a sentirse un rey. Se descubría, se realizaba, trascendía a través de ella.
Sin duda alguna logro ser rey y trascender… Grande Gavito!!!

Referencias:
http://www.musicargentina.com/es/cine/la-muerte-de-un-milonguero-carlos-gavito.html
http://www.pasiontango.net/es/biografia.aspx?id=carlos-gavito
http://www.puntotango.com.ar/gavito.htm

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